Sentirás la tranquilidad de saber que todo está planeado y te dedicarás solo a vivir el momento con los tuyos. A tomarte el tiempo de lograr la foto perfecta, de esperar el amanecer o la puesta del sol, todo lo que querás.

Si te cansás, porque te vas a cansar, podrás encontrar la mejor banca de la Gran Vía en Madrid, o el asiento con la mejor vista hacia la torre Eiffel, podrás tomar agua frente al Coliseo Romano, o simplemente encontrar el mejor lugar donde sea que estés, solamente para deternerte en el tiempo, apreciar el lugar donde estás, respirar, recobrar fuerzas y seguir camindo y disfrutando de tu viaje.

No tenés que preocuparte por si perdiste el grupo entre la multitud, o no alcanzás a ver al guía, porque el grupo sos vos y tu gente.

Un itineario personalizado te permitirá dedicarle tiempo a lo que realmente querés, te dará la flexibilidad y la libertad de adaptar tu recorrido a tus gustos e intereses y además podrás cambiar los planes sobre la marcha logrando una mayor conexión con el destino, teniendo la oportunidad de interactuar más con los locales y aportando más valor a tu viaje.